- Y ese toro enamorado de la luna, ese ginato gitano cale; mil poetas, cantautores, pintores y trovadores... que te rondan sin cuartel... luna, lunera y cascabelera, sí, pero... confiésalo, algo tienes de hechicera...+ Eso se llama envidia.- No te creas, ¿por qué te iba a envidiar? Te lo digo de verdad, a mí me encanta la noche, aunque tú aguantes más; soy alta, desde luego, sin comparar... redonda depende de por dónde me mires; cíclica, polifásica, y lunática como la que más..., ¡¡y me encanta el mar!!.
- Pues ahí le has dado, sin ánimo de eclipsar... soy satélite del
verano, de la nevera, del chocolate, de ese vaquero que hace años no me
entra, de la música, de la risa, de un café con mis amigas, de las
tarjetas de Navidad, soy satélite de la poesía que a ti te dedican, y
mucha más... satélite de los míos, del mando de la TV que nunca logro
alcanzar; satélite de lo que me hace reír, satélite de los kleenex... de
las trenzas, del viento del norte, de la arena que quema, satélite...
es que no quiero seguir, no quiero ser tu rival; nadie me va a escribir,
ni pintar, no me gustan los toros... y el gitano... tengo un payo, y me
apaño. Así que... seamos adultas, mujeres; no soy celosa, y esto se
puede arreglar, compartamos nuestro amante, soy generosa... me conformo
con mirar.
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sábado, 14 de noviembre de 2015
Mi pequeña órbita.
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